Las funciones vitales de los seres vivos son aquellas
características funcionales biológicas que comparten todos y cada uno de los
seres considerados con vida. Estas funciones son esenciales para la
supervivencia, desarrollo y adaptación al medio en el que viven.
Nutrición: Esta función permite a los seres vivos obtener los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo. Los sistemas y aparatos que intervienen en esta función son:
Sistema circulatorio: Formado por los vasos sanguíneos
y el corazón, se encarga de mover la sangre, los nutrientes y el oxígeno para
nutrir todas y cada una de las células del organismo.
Sistema respiratorio: Trabaja
junto con el sistema circulatorio para permitir el intercambio gaseoso de
oxígeno y dióxido de carbono entre el cuerpo y el aire ambiente.
Aparato digestivo: Formado
por la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el colon
ascendente, transverso y descendente, el recto y el ano, se encarga de triturar
el alimento para que este pueda pasar por el tracto digestivo y se descomponga
en moléculas más pequeñas.
El sistema excretor, también
conocido como aparato urinario, es un conjunto de órganos y estructuras que se
encargan de eliminar la orina y el sudor, los cuales contienen sustancias no
aprovechables por el cuerpo humano1. Este sistema cumple una función
fundamental al excretar la orina, dado que la acumulación de las sustancias
presentes en ella puede implicar graves problemas de salud, tales como
intoxicaciones, infecciones y fallos orgánicos.
Riñones: Son dos órganos que filtran la sangre y
producen la orina. Se ubican en torno a la columna vertebral, a la altura de
las vértebras lumbares, y están rodeados por tejido adiposo o graso que los
mantiene a una temperatura adecuada además de protegerlos de impactos
exteriores.
Uréteres: Son los conductos que transportan la orina
desde los riñones hasta la vejiga.
Vejiga urinaria: Es el órgano que almacena la orina antes de
ser excretada.
Uretra: Es el conducto por el cual la orina sale del
cuerpo.
Además de estas partes, el sistema excretor también incluye
otros órganos y tejidos como el hígado, el intestino grueso y la piel, que
también participan en la eliminación de desechos del cuerpo.
Relación o interacción: Esta función permite a
los seres vivos mantenerse en constante relación con su entorno. Los sistemas
y aparatos que intervienen en esta función son:
Sistema nervioso: Se encarga
de iniciar y regular las funciones vitales del cuerpo, las sensaciones y los
movimientos corporales.
Sistema Nervioso Central (SNC): Incluye el
cerebro y la médula espinal. Estos son los centros de procesamiento de
información y control del cuerpo. El cerebro puede dividirse en cuatro partes
principales: el cerebro, el cerebelo, el diencéfalo y el tronco encefálico.
Sistema Nervioso Periférico (SNP): Está
compuesto por todos los nervios que se ramifican desde la médula espinal y se
extienden a todas las partes del cuerpo.
El sistema nervioso transmite señales entre el cerebro y el
resto del cuerpo, incluyendo los órganos internos. La unidad básica del sistema
nervioso es una célula nerviosa, o neurona. El cerebro humano contiene
alrededor de 100 mil millones de neuronas.
Las neuronas se comunican mediante señales químicas y
eléctricas que recorren todo el cuerpo humano hasta llegar al cerebro, el cual
las procesa y envía una respuesta de vuelta al resto del organismo. Además, el
sistema nervioso incluye células no neuronales, denominadas gliales, que
realizan muchas funciones importantes que mantienen al sistema nervioso en
correcto funcionamiento.
Aparato locomoto:: Formado
por los huesos y músculos, permite el movimiento y la interacción con el
entorno.
Enlace: los huesos del esqueleto.
Reproducción: Esta función permite a los seres
vivos generar organismos semejantes para continuar con la existencia de la
especie a la que pertenecen. Los sistemas y aparatos que intervienen en esta
función son:
Aparato reproductor: Se
encarga de la producción de células reproductivas y contribuye al proceso de
reproducción.
Aparato reproductor masculino:
Testículos: Son los órganos principales del
aparato reproductor masculino. Producen las células espermáticas y las hormonas
sexuales masculinas (testosterona). Se encuentran alojados en el escroto o saco
escrotal.
Pene: Es el órgano copulador masculino, que
interviene también en la excreción urinaria. Está formado por el cuerpo
esponjoso y los cuerpos cavernosos.
Epidídimo: Está formado por la reunión y el
plegamiento tridimensional de los túbulos, ductos o conductos deferentes, que
son los continuadores de los túbulos seminíferos.
Aparato reproductor femenino:
Útero: Alberga el feto en desarrollo, produce
secreciones uterinas, y permite el paso del semen a las trompas uterinas o de
Falopio.
Ovarios: Producen los ovocitos o gametos
femeninos.
Vagina: Es el conducto que comunica con los órganos externos en la vulva, que incluye los labios genitales, el clítoris y el meato de la uretra.